Hoy es un día triste para los Atléticos. Nos abandona el jefe del equipo, el líder que nos llevó a conquistar dos títulos europeos el año pasado y que tantas tardes de gran fútbol nos ha regalado. Sí amigos, Sergio Kun Agüero se marcha.
El argentino lo anunció ayer en su página web. Dijo que quería seguir creciendo como futbolista, que no era una cuestión económica lo que le había llevado a tomar esa decisión. El Atlético de Madrid es un equipo que se le ha quedado corto, cortísimo, a un jugador que está entre los cuatro o cinco mejores del mundo. Después del fiasco en la Europa League, de la imposibilidad de plantar cara al Madrid en la Copa del Rey, y de hacer un papel mediocre en la Liga, Agüero ha tomado la decisión de irse este verano a algún equipo con suerte… y dinero. Porque el que quiera llevárselo, tendrá que remitirse a la cláusula de 45 millones que le ata a la entidad rojiblanca.
Ahora comienza el baile de equipos que intentarán fichar a la estrella que creció a la orilla del Manzanares. Suenan especialmente fuertes dos nombres: Manchester City y Real Madrid. El primero se ha llenado de estrellas a golpe de talonario en los últimos años, pero que no llega a cuajar como conjunto y no parece convencer a nadie sobre su potencial real en Europa. Creo que sería un error que el Kun aterrizara allí si lo que pretende es jugar en uno "de los grandes" del planeta fútbol, y supongo que él pensará algo parecido. El segundo candidato a "conquistar" a Sergio es el Real Madrid. Mourinho, que no cuenta con Benzema, estaría encantado de acoger entre sus filas a un delantero de tanto potencial y futuro. El problema es que, en el caso del conjunto blanco, la cláusula del Kun ascendería a una cifra que ronda los 70 millones, lo cual supone un grandísimo desembolso incluso para una entidad tan poderosa como la que preside Florentino Pérez. Si a eso le añadimos que el contrato al jugador no sería inferior a 6 millones de euros por año, lo cierto es que el fichaje se torna tremendamente caro. Más allá de los números, Agüero ha manifestado en varias ocasiones su "antimadridismo" de diversas formas. Y es que cuando te crías en el Atlético de Madrid desde chico (y el Kun llegó con 18 años), se te inculcan unos "valores de serie", como el citado anteriormente. Una tradición, vaya. Pero un impedimento, en cualquier caso, para la relación Agüero-Real Madrid. Así pues, el futuro de la estrella argentina, es aún un misterio.
¿Debemos sentirnos los atléticos traicionados? Ni mucho menos. Agüero se ha portado siempre bien con el club y los aficionados que le adoran. Como dice en su comunicado de despedida, renovó en febrero de este año para no acabar el contrato e irse libre, de tal forma que el equipo que quisiera ficharle tuviera que desembolsar una importante cantidad de dinero al Atlético de Madrid. Durante cinco años, hemos tenido el placer de disfrutar de un fuera de serie, un crack mundialmente reconocido que cada domingo nos hacía creer importantes, sentir que éramos uno "de los grandes". Más aun: hemos sido grandes ganando dos títulos europeos después de tantos años… Simplemente ha sucedido lo inevitable: ha decidido buscar un equipo a su altura. Y siendo serios, el Atlético de Madrid no lo es.
Pues bien, así nos despedimos, Kun. Como con la marcha de Torres hace ya algunos años, hoy es un día gris para todos. En aquel verano, el desasosiego se compensó algo con la llegada del Bota de Oro, Diego Forlán. El Uruguayo también tiene todas las de salir este verano, pero eso es otra historia. Hoy no es su día.
Con estas líneas te digo adiós, compungido y agradecido, Agüero, último gran héroe rojiblanco.
La carta de despedida del Kun
La hora de partir
"Lo he meditado mucho y estoy convencido de que debo ser fiel a mí mismo. Creo que no debo ponerle un techo a la posibilidad de seguir aprendiendo, de seguir creciendo. Después de cinco años intensos, una etapa personal ha terminado y tengo que darle paso a una nueva. Estoy a punto de cumplir 23 años y tengo todo por delante.
De más está decir que no se trata de una cuestión económica, sino estrictamente deportiva. Por eso quiero expresar claramente mi reconocimiento al club por los esfuerzos que ha hecho por mantenerme hasta con un salario acorde a las instituciones más grandes del mundo.
"Quiero decirles también que esta decisión la he estado madurando desde hace tiempo. Incluso, el tema fue hablado y consensuado con el Atleti el año pasado en ocasión de la renovación de mi contrato. Quise firmar, renovar, como una forma de devolver al club y a todos los colchoneros todo lo que me han dado.
"De no haberlo hecho, hubiera quedado en libertad de acción y la institución no hubiera percibido dinero alguno por mi traspaso. Tuve entonces la promesa del Club de que no pondría impedimentos a una eventual partida mía en junio de 2011. Por eso, atento a ese compromiso y en vista de mi decisión indeclinable, le he pedido que escuche sin condicionamiento alguno las ofertas que puedan llegar de distintos clubes.
"Y para la afición, mi eterno agradecimiento. No pretendo ser original ni decir lo políticamente correcto. Prefiero decir lo que siento, más allá de cualquier otra consideración. Porque sé que la única manera que lo entenderán es si lo hago desde mi corazón. Esa fue la manera que yo sentí que me hablaron todos estos años, con afecto y cariño sincero.
"Ustedes ya son parte de mi identidad y de una forma de entender el fútbol. Compartimos alegrías y decepciones. Los 101 goles y la obtención de dos títulos después de tantos años de sequía. Nunca olvidaré el festejo en Neptuno y aquella noche en Barcelona cuando no pudimos conquistar la Copa del Rey. Bien valió la pena, ¿no? Todas esas experiencias terminaron por reafirmar en mí algo que tengo desde pequeño: las ganas de competir, de ganar y de estar entre los mejores con las únicas armas que tengo: mi juego y mi amor por el fútbol.
"No quiero caer en el lugar común de decir que no se trata de una despedida sino de un hasta luego. Pero si comentarles algo que una vez me contaron que dijo un tanguero argentino muy famoso, Aníbal Troilo, y que es muy apropiada para esta hora: '¿quién dijo que me fui? Si siempre estoy volviendo…'. Un abrazo para todos. Los quiero. Kun".
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