El presidente Barack Obama emitio una orden ejecutiva que autorizó las sanciones contra Al-Assad, otros seis altos funcionarios sirios, así como dos funcionarios iraníes por su papel en la violenta represión gubernamental contra los manifestantes civiles. Los dos funcionarios iraníes fueron sancionados por proveer apoyo material a la inteligencia siria utilizado contra los manifestantes.
El Departamento de Estado dio a al-Assad el ultimátum de que debe llevar a una transición política o renunciar. A los líderes de Siria e Irán nombrados en la sanción les será bloqueado el acceso a sus propiedades en los Estados Unidos, y los ciudadanos de EU tienen prohibido participar con ellos en transacciones financieras.
Desde que las protestas de Siria comenzaron a mediados de marzo, hasta 850 personas han muerto y miles han sido detenidos, según las Naciones Unidas la semana pasada. Al igual que los manifestantes en otras partes del mundo árabe, los sirios están exigiendo reformas políticas y económicas y protestando contra la corrupción, la desigualdad económica, y el Estado totalitario.
Pero la comunidad cristiana del país, que representa menos el 10 por ciento de la población, informó su esperanza de que al-Assad se quede en el poder. Reuters informó que los cristianos sirios temen que un cambio político de lugar a que pierdan su libertad religiosa, al-Assad gobernó con mano de hierro, pero las minorías religiosas han sido capaces de practicar su fe.
"Definitivamente los cristianos en Siria apoyan a Bashar al-Assad. Tienen la esperanza de que esta tormenta no se extienda ", dijo Yohana Ibrahim, el arzobispo ortodoxo sirio de Alepo, a Reuters.
Los cristianos dijeron a la agencia de noticias que a pesar de que apoyan la reforma, no quieren un "cambio de régimen." Los cristianos temen que un cambio político podría permitir espacio para que grupos islamistas políticos tomen el poder y le quiten a las minorías la libertad religiosa que tienen bajo las reglas seculares de al-Assad.
Los cristianos iraquíes han sufrido una inmensa persecución de los extremistas islámicos después de la invasión liderada por Estados Unidos a Irak. Desde 2003, la población cristiana en Irak se ha reducido a casi la mitad de lo que era antes del cambio de régimen.
Y en Egipto, los cristianos coptos están siendo asesinados y las iglesias quemadas en la violencia sectaria después que el presidente Hosni Mubarak fuera expulsado a principios de este año.
"El cambio que se produjo en la mano del ejército norteamericano en Irak no protege a los cristianos y el cambio que viene de la gente en Egipto no podra proteger a los cristianos," dijo una fuente siria, que no fue identificada por razones de seguridad, de acuerdo a Reuters.
"Las minorías están pagando el precio de estas revoluciones."
Fuentes: Christian Post Share Facebook
没有评论:
发表评论